8/5/24

Una nueva esperanza

No, no vengo a hablar del Episodio IV de Star Wars (¿por qué tradujeron el título como La guerra de las galaxias, cuando tendría que ser Guerras estelares? Joder, pero si en los primeros segundos ya dicen que todo se desarrolla en una galaxia muy lejana, no en varias, Dios mío), sino de mis guerras particulares contra la falta de éxito artístico. 

Y es que, después de más de quince años pelándome los dedos en la plataforma Blogger, he decidido abrir el chiringuito también en WordPress. Todo vino a raíz de leer el libro Escritor de éxito, el cual puede descargarse gratis enredando por Instagram. Aunque esta obra es un embudo de ventas para que contrates los servicios de la editorial del autor (¿qué no es hoy en día un embudo de ventas?) sí que es verdad que contiene un puñado de información valiosa. Lo más importante para mí fue saber que Blogger consigue muy mal posicionamiento en Google, a pesar de que pertenece al gigante tecnológico de las letras de colorines, y que merece la pena pasarse a WordPress, aunque sea de pago. 

Dicen que las mejores cosas de esta vida son gratis, y yo no lo niego, pero es evidente que algunas otras cosas, tal vez la mayoría, sin son de pago, pues pueden resultar infinitamente superiores. No sé qué tal me va a ir con el tema de las visitas, pero desde luego en cuanto a diseño, Santa Madre, WordPress le pega un palizón a Blogger que no sabe ni de dónde le vienen las hostias. Desde luego, si tu único afán a la hora de tener una bitácora digital es compartir tus recetas con los compañeros del curro o comentar las maravillas de tu viaje a Machu Picchu para que lo lea tu cuñado, objetivos totalmente loables, quizá puedas apañarte a las mil maravillas con Blogger. Ahora, si, como es mi caso, buscas algún tipo de éxito en cuanto a visitas, ventas de libros, promociones o lo que sea, creo que estás tardando en salir corriendo hacia WordPress o algo similar, si existe, que no lo sé.

Un servidor enfrentándose a una
jauría de bots indopakistaníes

En mi caso, como ya he dicho, me he tirado quince años en Blogger y los resultados han sido bastante modestos, aunque probablemente no estén mal para un blog que habla sobre literatura y otros trastornos. Por ejemplo, he conseguido que 13 entradas tengan más de mil visitas, llegando a la loquísima cifra de treinta y cuatro mil para el artículo Los 50 mejores relatos de todos los tiempos. Supuestamente, desde que empecé he traspasado el cuarto de millón de visitas, y digo supuestamente porque sufro una cantidad considerable de tráfico basura generado por bots rusos, holandeses y singapurenses que de verdad no sé de qué coño van para qué sirven. Además no recibo más de dos comentarios al año. No lo sé, Rick...

Por otra parte, en todos estos años he generado con los anuncios de Google unos cuarenta euros (una media de 22 céntimos al mes) pero no los puedo cobrar hasta que junte 70, quizá centro de otros tres lustros o más. En fin, que, aunque es verdad que no me he dejado la vida en este blog, creo que los resultados podrían haber sido mucho mejores con una plataforma que funcionase de un modo más decente. 

Así pues, a partir de ahora andaré publicando también en WordPress, donde tendré al fin un blog con un nombre bonito, y en latín, no como este pobre al que le planté un título tan horripilante. Evidentemente, no voy a echar el cierre aquí, no soy gilipollas, creo. Además, el otro blog se va a ir nutriendo de los contenidos de este, especialmente de las entradas más exitosas. 

Espero que si todavía tengo algunos lectores reales y no son todos bots desalmados, tengan a bien acompañarme en esta nueva aventura y se pasen por VERBALATENTIA.COM (sí, punto com 😎) y se suscriban y compartan su contenido y me apoyen de la forma que consideren conveniente. 

Muchas gracias.