22/5/20

«Yerma»: un análisis textual y teatral

RESUMEN 

En el presente trabajo llevaremos a cabo un análisis de la obra Yerma, de Federico García Lorca, tanto en lo textual -para lo que seguiremos la edición de Mario Hernández en Alianza Editorial- como en lo propiamente teatral -tras haber asistido a la puesta en escena a cargo de Juan Pastor en el teatro Espacio Guindalera. Nos serviremos para ello del modelo ofrecido por Antonio Tordera (1980: 155-199) en el que propone estudiar los ámbitos sintáctico, semántico y pragmático de la obra, analizando elementos como la palabra, el tono, el movimiento o las relaciones autor-obra y obra-público.

Palabras clave: Lorca, Yerma, teatro, drama rural, Espacio Guindalera, Juan Pastor.

ABSTRACT

In the present work we will carry out an analysis of the work Yerma, by Federico García Lorca, both textually -for which we will follow the edition of Mario Hernández in Alianza Editorial- as well as theatrically -after having attended the commissioning scene by Juan Pastor at the Espacio Guindalera theater. We will make use of the model offered by Antonio Tordera (1980: 155-199) in which he proposes to study the syntactic, semantic and pragmatic fields of the work, analyzing elements such as word, tone, movement or author-work relationships and work-public.

Keywords: Lorca, Yerma, theatre, rural drama, Espacio Guindalera, Juan Pastor.


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«YERMA» (1934) Y «YERMA 2019»

Lorca estrenó Yerma en 1934 con gran éxito de público y crítica (Hernández, 1998: 8). Por su parte, Juan Pastor ha llevado a cabo una versión de título Yerma 2019 en la que «ha respetado el texto original, palabra por palabra» aunque sin ubicar los hechos «en ningún lugar ni época concreta» buscando «reflexionar sobre cómo se enfrentan las mujeres de hoy a los conflictos que ya Lorca plantea en su obra», según se nos informa en el dosier de la representación, cuya ficha artístico-técnica sería la siguiente:


YERMA: María Pastor
JUAN: José Carrasco
VÍCTOR: Raúl Fernández/José Bustos
VIEJA/DOLORES: Marina Andina
MARÍA: Alicia González
MUCHACHA: Raquel Pardos

MÚSICA ORIGINAL: Pedro Ojesto
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Sergio Balsera
VESTUARIO: Teresa Valentín-Gamazo
DECORADO: María D. Alba y Escena Abierta
ESPACIO SONORO: José Bustos
FOTOS: Susana Martín y Manolo Martínez
VÍDEO: Susana Martín
ESPACIO ESCÉNICO Y COREOGRAFÍA: Juan Pastor
PRENSA: LemonPress
AYUDANTE DE PRODUCCIÓN: Sara García
PRODUCCIÓN: Guindalera Teatro S.L.
PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Doble Sentido Producciones SL
AYUDANTE DE DIRECCIÓN: José Bustos
VERSIÓN Y DIRECCIÓN: Juan Pastor
ASESORES: Miguel Tubía (canto), Arnold Tarraborelli y Carmen Vélez (movimiento).


1. LA DIMENSIÓN SINTÁCTICA

Yerma es una mujer obsesionada con la idea de ser madre y, Juan, su marido, es un hombre obsesionado con la honra. Tras dos años de casados, no han podido tener hijos, situación que atormenta a Yerma y que causa indiferencia a Juan. A pesar de sentirse atraída por el pastor Víctor, con el que probablemente podría ser madre, la protagonista se mantiene fiel a su marido, pues la honra también es muy importante para ella, lo cual no impide que las habladurías de la gente lleven a Juan a vivir en permanente estado de sospecha y angustia. Yerma intenta materializar sus anhelos por todos los medios y recurre a procedimientos ritualísticos inútiles. Finalmente, tras confesarle Juan que a él no le importa no tener hijos, Yerma lo asesina. 

Este sería el armazón argumental de la obra. A continuación vamos a analizar los trece sistemas propuestos por Kowzan y recogidos en Tordera (1980). El primero es el de la palabra, que coincide con el texto literario de la obra. 

Palabra

Lorca dividió Yerma en tres actos de dos cuadros cada uno, pero ahora vamos a proceder a subdividirlos en escenas, unidades dramáticas que sirven de base. Una escena se definiría como «el intervalo máximo de tiempo durante el que no se realizan cambios en el decorado y en la configuración de personajes» (ibidem: 180). En cada cuadro se produce un cambio de escenario. Este sería el resultado:

Acto I
  • Cuadro 1º
  1. Yerma ve en un sueño a un pastor con un niño. 
  2. Yerma y Juan empiezan el día discutiendo sobre la salud de Juan, la falta de hijos, la honra. Juan sale.
  3. Yerma canta a «su hijo» y cose. 
  4. María le cuenta a Yerma que está embarazada. María se va.
  5. Víctor y Yerma hablan y el pastor le da ánimos para tener hijos. Víctor sale.
  6. Yerma se queda pensativa y de nuevo cose y canta.
  • Cuadro 2º
  1. Yerma y la Vieja hablan sobre hombres y fertilidad. La Vieja se va.
  2. Yerma habla con Muchacha 2ª y Muchacha 1ª sobre que esta haya dejado a su hijo solo. Muchacha 1ª sale.
  3. Yerma se queda con Muchacha 2ª, que es hija de Dolores, hablando de hombres e hijos. Muchacha 2ª se va.
  4. Yerma escucha una voz que canta y que pertenece a Víctor.
  5. Víctor y Yerma hablan y «comienzan una lucha» (entendemos que refrenando el deseo) que se interrumpe cuando Yerma cree oír un llanto. 
  6. Juan pregunta a Yerma qué hace allí. Víctor sale. 
  7. Juan y Yerma discuten a causa de las habladurías. Yerma se va. 
Acto II
  • Cuadro 1º
  1. Las lavanderas cotillean sobre Yerma. 
  2. Aparecen las cuñadas de Yerma y las lavanderas recitan versos mordaces.
  • Cuadro 2º
  1. Juan y sus hermanas esperan a Yerma en casa. 
  2. Yerma y Juan discuten acaloradamente. Yerma queda sola. 
  3. Yerma recita versos sobre su hijo.
  4. Yerma y María hablan sobre el hijo de esta y sobre esterilidad. 
  5. Una hermana entra y sale. 
  6. Yerma y María hablan. María sale. 
  7. La hija de Dolores, Muchacha 2ª, le dice a Yerma que su madre la espera. 
  8. Víctor pregunta por Juan. La Muchacha 2ª sale. 
  9. Víctor le cuenta a Yerma que se va del pueblo. 
  10. Juan habla con Víctor. Víctor habla con Yerma. 
  11. Entra una hermana. Víctor y Yerma se despiden. Salen todos menos Yerma.
  12. La Muchacha 2ª viene a buscar a Yerma. Salen. 
  13. Entran las cuñadas llamando a Yerma a gritos. Salen. 
Acto III
  • Cuadro 1º
  1. Yerma, Dolores y dos viejas entran en casa de Dolores. Vienen de hacer un ritual de fertilidad en el cementerio. Hablan de fertilidad.
  2. Entra Juan con sus hermanas. Juan discute muy intensamente con Dolores pero sobre todo con Yerma. Yerma sale. 
  • Cuadro último
  1. La vieja del primer acto habla con dos mujeres de la romería donde se piden hijos al Santo. Salen.
  2. María y Muchacha 1ª hablan de Yerma y de la romería. 
  3. Entra Yerma con seis mujeres. Recitan versos con súplicas de fertilidad. 
  4. Movimiento de muchachas, niños y hombres. Entran dos figuras enmascaradas, Macho y Hembra, que, dentro de la romería, representan al demonio y su mujer. Recitan versos. 
  5. Entra la Vieja y habla con Yerma. Le propone amancebarse con su hijo para poder ser madre. Yerma rechaza la oferta. La Vieja sale. 
  6. Entra Juan, que estaba espiando, y discuten. Yerma cada vez se muestra más agitada. Juan reconoce que le da igual no tener hijos y busca contacto sexual. Yerma lo estrangula. 
  7. Entra gente y Yerma grita que ha matado a su hijo.
Aunque el texto original plantea un reparto de más de una veintena de personajes, Juan Pastor declaró en el encuentro con el público posterior a la representación que, por limitaciones de presupuesto, tuvo que adaptar la obra a un elenco de seis actores. Así, por ejemplo, la actriz Marina Andina representa dos personajes principales, a Dolores y a la Vieja, mientras que los papeles secundarios como las lavanderas o las mujeres de la romería quedan difuminados entre las tres actrices que no encarnan a la protagonista. Otra medida de la que se sirvió el dramaturgo fue la supresión de los personajes de las hermanas de Juan*. Dejando de lado estas cuestiones, Yerma 2019 resulta bastante fiel al texto de Lorca y a la distribución de actos, cuadros y escenas. Podemos ahora realizar algunas observaciones sobre la estructura sintáctica del texto original:
  1. La obra muestra una estructura externa muy equilibrada, como ya se ha dicho, en tres actos de dos cuadros cada uno, siendo en cada acto un cuadro de interior y el otro de exterior. Sin embargo, tanto los actos como los cuadros muestran muchas diferencias en extensión y contenido. 
  2. Respecto al número de escenas, el A-I y el A-II son similares, con 13 y 15 respectivamente, mientras el A-III tiene 9. Sin embargo, en el A-I, el número de escenas se encuentra mucho más equilibrado entre los cuadros (6 y 7) que el A-II (2 y 13) y en A-III (2 y 7). 
  3. La distribución de los actos no se ajusta exactamente a la configuración aristotélica. Considero que el planteamiento se prolonga por el A-I, pues se nos presenta la situación de partida en el primer cuadro mientras que, en el segundo, Yerma descubre dos posibles soluciones para su problema: Dolores y Víctor. Sin embargo, creo que el planteamiento no termina aquí y podemos incluir en él al primer cuadro del A-II, que tiene una función más bien poética -sin aportar nada al desarrollo de los acontecimientos- así como a una gran parte del segundo cuadro también, hasta el momento en que Yerma elige la solución de visitar a Dolores. Aquí empezaría el nudo, en el momento en que Yerma reacciona para superar su conflicto. De este modo, el nudo continuaría en el A-III, pues vemos que, tras en enfrentamiento con Juan en casa de Dolores en el primer cuadro, Yerma continua buscando solución a su conflicto, esta vez en la romería del último cuadro de la obra. Gran parte de este posee también una función meramente poética y visual. Considero que el rechazo de Yerma de amancebarse con el hijo de Dolores sigue formando parte del nudo, pues la esencia de este es la dialéctica que se da en Yerma entre la honra y la procreación, resultando siempre más poderosa la primera, lo que lleva a la protagonista a rechazar soluciones que la sacrifiquen en pos de la segunda. Podría considerarse que el desenlace comprende tan solo las dos últimas escenas de la obra en las que Yerma se rinde, asume que no podrá ser madre, pues con Juan es imposible y sin él también. Decide matarlo, de tal modo que mata a su única esperanza de concebir y, por ende, mata a «su hijo», como ella dice. 
  4. Resulta llamativo que Juan y Yerma acaben discutiendo siempre, en todas y cada una de las escenas que comparten. 
  5. En esta propuesta la obra queda dividida en 37 escenas. Yerma aparece aproximadamente en el 92% de ellas. En ese sentido, podemos ver que la relevancia de los demás personajes es mucho menor. Juan tiene presencia en un 24% de las escenas, Víctor, en un 18%, María en un 13% y La Vieja en un 8%, por nombrar solo a algunos de los más importantes. 
[*Llama la atención que en el dosier de Yerma 2019 se especifique, como se vio más arriba, que se sigue el texto original palabra por palabra, cuando la supresión de los personajes de las hermanas hace esto imposible pues, en el segundo cuadro del acto II Juan se dirige a ellas al principio y ellas llaman a Yerma al final.]


Tono

A partir de aquí comienzan los sistemas de signos no lingüísticos. El tono es utilizado por Lorca mediante acotaciones, siendo un elemento muy importante en una obra de la intensidad trágica de Yerma. La protagonista se expresa con una inmensa variedad de tonos que el autor apenas repite: sombría, como si hablara con un niño, con curiosidad, riendo, con angustia, con pasión, con ansia, recordando, triste, fuerte, dramática, con intención, con asombro, como soñando, llamándolo, con desaliento, alto, a gritos, bajo, fuerte, con asombro dramático, violenta, excitada. Esto contrasta con la escasez de acotaciones de tono para Juan, a pesar de que su papel tiene momentos muy vivos. Así, vemos que tan solo se expresa sonriente, bajando la voz, satisfecho y fuerte. Resulta llamativo que la primera acotación para Juan sea sonriente, en la primera escena, en el único momento en que los cónyuges no discuten, algo que ya no volverá a repetirse. Asimismo, llama la atención que la primera acotación del tono de Víctor también sea sonriente


Mímica-gesto

Mediante acotaciones también dejó Lorca una importante descripción de la mímica y el gesto de los personajes, en ocasiones con mucho detalle. Por ejemplo, Yerma abraza y besa al marido tomando ella la iniciativa (35), se queda con la mirada extraviada (39), se arrodilla (51), queda parada en la puerta (77), deja los cántaros (77), se queda mirando fijamente al marido (79), mira hacia la puerta (83), coge al niño y se sienta (83), se levanta (84), actúa en un arranque y abrazándose a su marido (103), cae al suelo (104), da muestras de cansancio y de persona a la que una idea fija le quiebra la cabeza (116), se sienta en las mantas (120) o da un grito y aprieta la garganta de su esposo (...) hasta matarle (123). En este sentido, resulta oportuno destacar que la primera acotación mímica de Yerma indica un gesto de cariño hacia Juan mientras que la última constituye un acto de violencia que acaba con la vida de este. 


Movimiento

El movimiento resulta fundamental en esta obra y gracias a las entradas y salidas de personajes se logra una enorme economía en los cambios de escenas. Así, por ejemplo, en el primer cuadro de la obra, Yerma pasa de estar con Juan a estar con María sin necesidad de llevar a cabo ningún cambio en el escenario, a pesar de que se entiende que en un principio está con Juan en el dormitorio y que luego recibe la visita de María en alguna otra estancia de la casa. No hace falta que Yerma se desplace de una habitación a otra, simplemente Juan sale, Yerma se queda cosiendo y cantando y María entra. Este procedimiento se repite a lo largo de toda la obra. Además, los desplazamientos de los personajes son frecuentes y Lorca indica en las acotaciones que deben dirigirse hacia la puerta, hacia el fin de la escena, hacia los cántaros, hacia la izquierda etc.


Por otra parte, se dan momentos de gran dinamismo. En el montaje de Juan Pastor, en el cuadro de las lavanderas, las actrices llevan a cabo danzas y movimientos por el escenario utilizando una enorme sábana que juegan a doblar, desdoblar, zarandear... Igualmente se realizan bailes en la escena del demonio y su mujer durante la romería. En el primer caso se transmite intenso júbilo y, en el segundo, una profunda sensualidad. 


Maquillaje-peinado

Las acotaciones de Lorca no indican nada sobre estos aspectos. En Yerma 2019 podemos ver que los peinados de las mujeres son sencillos y llevan el pelo suelto o recogido en trenza o moños. No hay nada destacable respecto al maquillaje, salvo si como tal consideramos las máscaras que se utilizan en el ritual del demonio y su mujer.  


Traje

Sobre el vestuario, no aparece casi nada en el texto original, tan solo que Yerma toma un mantón y que la muchacha le cubre la cabeza cuando van a partir hacia casa de Dolores. En Yerma 2019 el vestuario es muy neutro. No se puede decir que sea el propio de la España rural de comienzos del siglo XX, pero tampoco puede ubicarse en ningún tiempo y lugar. Son ropas sencillas, de colores apagados similares al de la piel de los actores. Es probable que el director lo eligiese así por su deseo manifiesto de descontextualizar la obra, tal como mencionamos al principio. Resulta llamativa la economía lograda al diferenciar a los personajes de la Vieja y de Dolores, encarnados por la misma actriz. El procedimiento consiste únicamente en el uso de un tipo de velo diferente para cada personaje. 


Iluminación

En una entrevista para el espacio Artesfera de RTVE, María Pastor, actriz que interpreta a Yerma, dijo que el enfoque que han querido dar a la obra es muy luminoso, en contraposición a la idea general que se tiene de esta historia, según ella, muy oscura y tremebunda. El escenario del Espacio Guindalera no es muy grande y Juan Pastor utiliza inteligentemente la luz para hacer que determinados personajes queden fuera de escena simplemente sentándose en unas sillas situadas en los extremos y que quedan en penumbra. Cuando a un personaje le toca entrar a escena, se levanta y accede a la parte iluminada. Del mismo modo, en el cuadro primero, cuando Yerma recita y canta mientras cose, los actores que no participan se transforman en coro. Cuando les toca cantar, todos se levantan de sus sillas, quedan iluminados, cantan y se vuelven a sentar para dejar que Yerma recite la parte que le corresponde solo a ella. 


Accesorios

En el texto original se indican ciertos accesorios como unas tijeras y material de costura, una cesta, un velón, una jarra o una fuente. En Yerma 2019 también se da un enfoque minimalista con los accesorios, aunque son varios los que se utilizan. Por ejemplo, Juan lleva una cesta cuando sale al campo a trabajar por la mañana y también la porta Yerma cuando va a llevar la comida a su marido. La ropa de las lavanderas queda representada por una gran sábana. El hijo de María es simulado con una toalla o paño enrollado. Se utiliza también un barreño de metal, agua y unas jarras y pétalos de rosas, así como una corona de espigas en el ritual de fertilidad de la romería. 


Música

Yerma posee una gran cantidad de poesía de tipo popular, muy dada a recitarse con música o a cantarse. Para el montaje de Yerma 2019, Juan Pastor ha contado con la música original de Pedro Ojesto, experto en flamenco-jazz. A este respecto, María Pastor declaró en la entrevista antes mencionada que de este modo buscaban también salirse un poco de la imagen clásica de esta obra, muy relacionada con cultura andaluza rural. 


Sonido

El texto original muestra muchas acotaciones sobre sonido ambiente, en especial relacionado con los pastores: esquilas (cencerro pequeño), caracolas, cuernos. También sonidos de la noche como cárabos (aves nocturnas), o voces, y murmullos, coros, cascabeles y campanillas en la romería.


Decorado

Las acotaciones de Lorca sobre el decorado son escasas y de poco detalle. Algunos ejemplos indicados al comienzo de los cuadros son: campo; torrente donde lavan las mujeres del pueblo; casa de Yerma; casa de Dolores, la conjuradora. El mayor detalle es el ofrecido en el último cuadro de la obra: Alrededores de una ermita en plena montaña. En primer término, unas ruedas de carro y unas mantas formando una tienda rústica, donde está Yerma. En la representación de Juan Pastor, el decorado no cambia y es la iluminación, los accesorios y la actitud de los personajes lo que expresa el cambio de escenario de los cuadros. 


2. LA DIMENSIÓN SEMÁNTICA

La obra gira en torno a dos ejes temáticos: la maternidad y la honra, entre los que se genera una dialéctica en Yerma, cuyo mayor deseo en la vida es ser madre pero que, por circunstancias desconocidas, no lo consigue con su marido, mientras que rechaza posibilidades que podrían tener éxito en ese sentido pero destruyendo su honra y la de Juan. Sobre el eje temático de la maternidad/esterilidad encontramos abundante simbología, ya desde el mismo nombre de la protagonista y título de la obra: una zona yerma es aquella incapaz de dar vida. Elementos relacionados con la fertilidad son el agua, la leche o la sangre. Ya desde el comienzo, Yerma incita a su marido a beber leche y le dice que le gustaría que se subiese al tejado cuando llueve. Yerma va a la fuente a por agua mientras Juan la espera en casa. Las lavanderas, que se entiende, son todas madres, pues cotillean sobre la infertilidad de Yerma, lavan y cantan en el arrollo y dicen que las mujeres que no engendran tienen los pechos de arena. Dolores le dice a Yerma que una de las mujeres a las que ayudó dio a luz ella sola en el río y que llegó empapada de sangre. La oposición humedad/sequedad en relación con la procreación/esterilidad es una constante a lo largo de la obra. 

Respecto al otro eje temático, el de la honra, podemos verlo simbolizado en el ambiente de constante vigilancia y paranoia que existe en la casa y en el pueblo. Yerma nunca llega a realizar ningún acto indecente, pero como bien le dice Juan, aunque hablar no es pecado, puede parecerlo. Y es que da la impresión de que hubiera miles de ojos observando los movimientos de la protagonista. De hecho, Juan trae a sus hermanas a vivir bajo su techo expresamente para que vigilen a su esposa. Silencios cuando él llega a un lugar, o cuando las hermanas se acercan al arroyo de las lavanderas, murmullos que se escuchan, dos hombres que pasan cerca de la ventana... La honra de esa casa se encuentra en peligro en todo momento. Víctor se ve obligado a abandonar el pueblo y él se justifica diciendo que ha sido bueno, no es necesario que especifique que las habladurías han obligado a su padre a sacarlo de allí. Juan facilita su marcha comprándole sus rebaños. 

La obra posee un claro contenido de denuncia social. La situación de las mujeres rurales de aquel tiempo queda expuesta en dos fragmentos sobrecogedores: «La mujer del campo que no da hijos es inútil como un manojo de espinos» y «Las ovejas en el redil y las mujeres en su casa». Y es que Lorca dijo que «el teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la educación de un país» (Hernández, 1998: 140) y, lógicamente, debió sentir casi como una obligación moral el exponer mediante su dramaturgia una serie de injusticias tan sangrantes. Sobre ello, el autor dijo en una entrevista con Ricardo García Luengo (ibidem 194-200) que con Yerma se propuso «hacer el drama de la casada seca» y que no buscaba una obra de tesis, no quería hacer un análisis de las causas a pesar de que habría sido lo más fácil para él dada su disposición psicológica hacia ello. Respecto a la honra, ante la insinuación por parte del entrevistador de que su tratamiento podría tener un enfoque conservador, Lorca responde que él es cristiano y que Yerma tiene limitado su libre albedrío por culpa de la honra, de donde podríamos entender que lleva a cabo una defensa, desde el cristianismo, de la libertad de las mujeres 


3. LA DIMENSIÓN PRAGMÁTICA

Tordera (1980: 195) propone analizar la dimensión pragmática de una obra examinando la relación autor-texto y la relación texto-público. Pero es necesario tener en cuenta que en este análisis no se considera únicamente al autor del texto sino a todos aquellos que hacen posible una representación concreta. 

Lorca empezó a escribir Yerma en 1933 aunque tuvo que dejarla aparcada por su dedicación a La Barraca. En la primavera de 1934 terminó de escribirla, se la leyó a Margarita Xirgu y el 29 de diciembre la estrenó en el teatro Español de Madrid, manteniéndose en cartel hasta abril de 1935, representándose unas 150 veces. El siguiente 17 de septiembre se estrenó en Barcelona, manteniéndose en cartel hasta el 20 de octubre, siendo representada en varias localidades de Cataluña y en Valencia. Yerma volvería a las tablas en 1960 bajo la dirección de Luis Escobar, en la que sería la primera representación de una obra lorquiana durante el franquismo. Antes del cambio de régimen, en 1971, se representó de nuevo, esta vez a cargo de Víctor García. Desde entonces, Yerma ha vuelto a los escenarios en varias ocasiones entre las que cabe destacar el montaje de 2015 del Centro Dramático Nacional, con Silvia Marsó en el papel protagonista, así como la película de 1998 en la que Aitana Sánchez Gijón interpreta el papel principal. 

Yerma 2019 ha corrido a cargo de un grupo de teatro independiente y con pocos medios. Como ya se ha mencionado, su director, Juan Pastor, ha intentado respetar el texto, teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias. Según comenta María Pastor, el proceso de preparación tuvo una fase inicial de investigación en la que Juan prestó mucha atención a las propuestas de los actores, a los que él se refiere como actores-creadores. La compañía organizó cinco funciones de preestreno entre el 26 y el 30 de octubre de 2019 (yo pude asistir a la del 28) tras las que se ofrecía un encuentro con el público para hablar de la obra y responder preguntas. Después se representó convencionalmente todos los viernes, sábados y domingos comprendidos entre el 29 de noviembre y el 22 de diciembre con enorme éxito, colgando, al menos en el primer fin de semana, el cartel de “localidades agotadas”, tal como indican en sus redes sociales. Pero Yerma 2019 también ha contado con el aplauso de la crítica. Así, Antonio Hernández escribió «Para aquellos que piensan que, total, esto del teatro es lo de siempre, esta Yerma les seguirá demostrando por qué el moribundo teatro sigue vivo y coleando». «Palabra, poesía y música conviven armoniosamente en esta última y bellísima propuesta teatral», expresó, por su parte, José Miguel Vila. Finalmente, mencionamos las palabras del crítico Luis de Luis, que dijo: «Sobrio, estilizado y puro suena García Lorca en esta versión tan respetuosa y rigurosa como especial y poderosa de Yerma».

Mi opinión como receptor es enormemente positiva. He leído el texto, he asistido a la representación de Juan Pastor y he visualizado en la Teatroteca el montaje de 2015 del CDN, así como la versión cinematográfica de 1998 y considero que se trata de una obra inmensa y que, cuanto más se trabaja sobre ella, más profunda, misteriosa e inabarcable parece. Después de llevar a cabo este análisis, tengo la sensación de que cientos de cuestiones se me quedan en el tintero y que sería posible extenderse a través muchas más páginas. Respecto al montaje de Juan Pastor, me parece admirable su ingenio a la hora de trabajar con recursos limitados economizando la luz, el escenario o los accesorios para sacar el máximo partido al juego teatral. Los actores llevan a cabo un gran trabajo combinando con solvencia la declamación, el canto y el baile. La fusión musical del flamenco-jazz logra imbuir la representación de la atmósfera de actualidad que buscaba la compañía y, aunque la descontextualización no se logra del todo, sí que, al menos, consiguen deslocalizar la historia de sus concretas coordenadas espaciotemporales originales. 


BIBLIOGRAFÍA
  • DE LUIS, L (2019). «Juan Pastor llena de vida a “Yerma 2019”. El grito de la vida». Periodistas en Español. Consultado en línea: https://periodistas-es.com/juan-pastor-llena-de-vida-a-yerma-2019-el-grito-de-la-vida-135500 
  • ESPACIO GUINDALERA (2019). Dossier Yerma 2019. Consultado en línea: https://www.dropbox.com/sh/u1cd6a09mfnoxd5/AAAWNOWiCu5Kp18szGISYVt2a/DOSSIER%20Yerma%202019.pdf?dl=0 
  • GARCÍA, A (1984). «Cuatro actrices para Yerma». El País. Consultado en línea: https://elpais.com/diario/1984/12/30/cultura/473209207_850215.html  
  • GARCÍA LORCA, F. (1998) [1934]. Yerma. HERNÁNDEZ, M. (ed.). Madrid: Alianza Editorial. 
  • HERNÁNDEZ, A. (2019). «Lorca, el manantial teatral que no cesa». Huffpost. Consultado en línea: https://www.huffingtonpost.es/entry/lorca-el-manantial-teatral-que-no-cesa_es_5df41d56e4b03aed50ee4c5e 
  • RTVE (2019). «'Yerma 2019', último gran estreno en Espacio Guindalera de Madrid el 29 de noviembre». Artesfera, programa de radio. Consultado en línea: http://www.rtve.es/alacarta/audios/artesfera/artesfera-yerma-2019-ultimo-gran-estreno-espacio-guindalera-madrid-29-noviembre/5414600/# 
  • TORDERA, A. (1980). «Teoría y técnica del análisis teatral». TALENS, J. et alii. Elementos para una semiótica del texto artístico. Madrid: Cátedra.
  • VILA, J. (2019). «'Yerma 2019': La tragedia de la infertilidad en nuestros días». Diario Crítico. Consultado en línea: https://www.diariocritico.com/teatro/critica-yerma-2019-la-tragedia-de-la-infertilidad-en-nuestros-dias 

15/5/20

Reseña de «Nada» (1944), Carmen Laforet

Las historias enmarcables en el borrascoso transito de la adolescencia a la vida adulta, suelen contar con un valor añadido respecto a otras obras gracias a su inmenso poder de evocación y al aura de nostalgia que las envuelve. Nada, de la escritora barcelonesa Carmen Laforet, publicada en 1945, ganadora de la primera edición del Premio Nadal y tercera novela española más traducida de la historia (solo después del Quijote y de La familia de Pascual Duarte), constituye un ejemplo paradigmático de ese tipo de ficciones.

Con una prosa bella y delicada, lírica y sublime, rebosante de imágenes insólitas («La noche se presentaba espléndida, con su aliento tibio y rosado como la sangre de una vena, abierta dulcemente sobre la calle»), sus páginas nos relatan las vivencias y reflexiones de Andrea, una solitaria joven de dieciocho años que, en lo más crudo de la posguerra, llega a Barcelona para estudiar letras en la universidad. La muchacha, con la maleta cargada de libros y el corazón repleto de anhelos, es recibida en el número 32 de la calle Aribau por un elenco de personajes cuyos rasgos oscilan entre la ternura más entrañable y la crueldad más siniestra. Tras las paredes de aquella sórdida vivienda, atormentada por el hambre y el desengaño, Andrea será testigo de un paulatino y brutal declive de la condición humana. 

Nada es horror y encanto, esperanza y desaliento, fatalidad y melancolía. Nada es todo lo que una gran novela debe ser: una historia circular y completa, repleta de contrastes, construida con maestría y audacia, poblada por personajes reales, vivientes, orgánicos, una obra que engancha como un placer prohibido y que sobrecoge como aquellas experiencias que pugnan por ser contadas. 


13/5/20

Rinde t

hacía un calor intenso y áspero y la gente se protegía de los rayos del sol al amparo de los álamos y las sombrillas de las bandadas de recuerdos de un tiempo querido lejano y florido que no olvidaré qué calor hace en la exposición vamos a estar muy a gusto creo que ha sido muy buena idea no vayas bailamos un rato más y luego nos vamos a mi comida real me hace mucha gracia eso de la comida me da pena el chabón estaría muy feo desde la plaza de Santa Bárbara la gente descendía la cuesta hacia las calles de Fuencarral y de Hortaleza y el ruido de las conversaciones y los automóviles se mezclaba con comida real si te parece no va a ser comida imaginaria comida irreal no va ser comida falsificada no va a ser comida ficticia onírica pero si ni si quiera lo has visto qué más da todo tipo de comercios desde tiendas de jabones hasta tintorerías o una franquicia de congelados o inmobiliarias o locales de comida rápida clínicas dentales establecimientos dedicados en exclusiva a la manicura o qué sé yo comida falaz comida fantástica toda la comida es real es tan real una zanahoria como una croqueta ultraprocesada pero no me tentés por favor estoy como en celo estos días el chico viene de lejos y ha buscado el plan y parece buen tipo y la gente reía y charlaba despreocupada y paseaba la vista por los artículos de los escaparates o los perros no puedo con ellos son demasiado para mí me gustaría abrazarlos a todos con esas caras de buenos algunos parece que van riendo y que siempre están felices y los años se van pasando y en mi pecho no entra un querer si me seguís mirando así al final no voy a ir y me sentiré mal como aquella vez que le pregunté a una señora si podía saludar a sus perritos eran muy pequeños de tamaño no es que fueran cachorros y la señora se asustó era guiri tampoco debió entenderme muy bien y desembocaba en Gran Vía como un afluente de alquitrán y suciedad y la avenida se abría mostrando unas obras monstruosas al inicio de la calle Montera también hay una exposición de Stranger Things voy a mandarle una foto mira eres tú :) llora corazón llora si tienes por qué que no es delito en el hombre llorar por una mujer me ha escrito está ya allí tengo que irme reaccionó como si yo fuera un peligro y la verdad es que hizo bien no hay que fiarse de nadie aunque yo solo quería saludar a sus perritos porque aparte de todo estaba muy feliz más o menos como ahora eso es para fracasados qué pintas tú ahí metida si me tienes a mí la gente anhelaba que el sol comenzase a suavizar la intensidad de su fuego de una vez por un mercado de carne humana eso es lo que es jajaja todo el mundo me dice que soy Eleven XD espera al menos dame un beso antes el tráfico incesante de vehículos que se deslizaban hacia Alcalá o hacia Plaza de España entre las suntuosas fachadas pará que me tengo que ir para tú yo no te estoy sujetando ya es la hora pero desde Lavapiés no puede tardar más de diez o quince minutos vamos a tu casa hijo de Dios mío qué calor a ver si viene ya y entramos el aire acondicionado que escapaba de los accesos a los edificios invitaba a colarse en su interior ya fuese una cafetería o una tienda de ropa o te ha ocurrido algo la encontró en el bulín y en otros brazos sin embargo canchero y sin cabrearse le dijo al gavilán sabía que te quedarías conmigo tenemos que volver yo quiero estar contigo callá y quitate esto y ojalá que no te haya pasado nada espero que entiendas que me marche después de estar una hora por aquí sin recibir ninguna explicación adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando mi retorno


7/5/20

Reseña de «Leyenda del César Visionario» (1991), Francisco Umbral

Leyenda del César Visionario es una singular novela histórica y una atípica narración sobre nuestra Guerra Civil con la que Francisco Umbral obtuvo el Premio de la Crítica en 1991. En sus 190 páginas de prosa desgarradora y lumínica, poética y precisa, el autor nos regala la vista y la mente con una ficción profusa en destellos del Cela de San Camilo 1936, del Valle-Inclán de Martes de Carnaval o del Galdós de los Episodios Nacionales

Sus impactantes contrastes se nos muestran, como un repentino acantilado, desde las primeras líneas, en las que contemplamos a un insustancial Francisco Franco llevando a cabo de forma simultánea un acto tan anodino como merendar chocolate y otro tan espantoso como firmar sentencias de muerte. Enseguida asistimos, a través de varias tramas entretejidas, a un insólito desfile de personajes en cuyas contradicciones hallamos su plena humanidad: la novicia promiscua que se entrega cada noche a los presos republicanos encerrados en el sótano del convento; el joven tipógrafo madrileño de izquierdas al que la guerra sorprende en suelo nacional y que se ve obligado a fusilar niños, alcaldes y maestros; el altivo capitán falangista, fervoroso nacional-católico y homosexual atormentado por el amor que siente hacia su joven protegido... En paralelo, presenciamos las tertulias político-literarias de los intelectuales del bando nacional, como Dionisio Ridruejo, Torrente Ballester o Luis Rosales, quienes, envueltos en el humo de los puros y los vapores del güisqui y el coñac, se reúnen cada tarde-noche para compartir sus preocupaciones en torno al devenir de sus obras y a la actitud que el Caudillo está manifestando hacia el papel de la Falange dentro del Movimiento y del nuevo régimen que ya vislumbran, ansiosos a la par que inquietos, en el horizonte.

Novela breve y condensada, trágica y dulce, con dosis exactas de experimentación formal y de costumbrismo, difícil de dejar y que apetece volver a leer, sorprendente por su belleza y su intensidad, Leyenda del César Visionario es, en definitiva, una obra que ningún entusiasta de la historia y de las bellas letras debería dejar de lado.