29/12/23

Balance lector de 2023

Dos mil veintitrés ha entrado de lleno en el top cinco de los años más trascendentales de mi vida, junto a otros como mil novecientos ochenta y tres o dos mil dieciséis. Han sido doce meses que se han repartido en dos periodos muy diferentes y extremos. Hasta mediados de octubre, viví permanentemente con una inmensa nube de mierda encima de mi cabeza que descargaba y descargaba sobre mí sin ningún tipo de piedad; sin embargo, desde entonces hasta ahora las cosas han cambiado tanto que me siento como si estuviera en un sueño. Ahora bien, como este es un blog que trata, groso modo, de literatura, no voy a entrar a relatar peripecias personales relacionadas con la vida, la muerte o el amor, sino que me voy a centrar en lo que tenga más que ver con las bellas letras, en concreto, con mis lecturas, porque podría hablar también de proyectos y otras cuestiones, pero, bah, con las lecturas es suficiente. 

En 2023 he leído treinta y seis libros, que es bastante para lo que suele leer la gente, pero muy poco para los super lectores, una raza superior de seres humanos que descubrí el otro día y que me dejan totalmente en ridículo. Con respecto a mí, este año le he dado mucho a lo que llaman no ficción (20 libros), especialmente al desarrollo personal y a la teoría literaria. De la primera temática me resultaron altamente gratificantes Hábitos atómicos, Tus zonas erróneas o Invicto, y completamente decepcionantes Cómo hacer que te pasen cosas buenas y El sutil arte de que todo te importe una mierda; respecto al segundo ámbito, me pareció de gran interés y muy bien escrita la Teoría de la novela de García Viño y de amenísima y límpida lectura la Introducción a la literatura de Andrés Amorós, que debería ser obligatoria en la universidad. 

En cuanto a lo que podemos considerar literatura pura y dura, he leído, como es habitual en mí, poca poesía y poco teatro, aunque, eso sí, ¡qué poesía y qué teatro!: nada menos que las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique, Platero y yo, de Juan Ramón y Luces de Bohemia, de Valle Inclán. Por otra parte, trece obras narrativas han pasado por mis manos, entre las que sobresale sin duda el delicioso ladrillaco Guerra y Paz, de chorrocientas mil páginas, seguido no muy de lejos por otro ladrillo bastante menor en tamaño, aunque muy disfrutable también, titulado La saga/fuga de JB, de Torrente Ballester. Los han acompañado obras como Aurora roja y Tormento, de los nunca decepcionantes Baroja y Galdós; Como Ánades, un librito de relatos lleno de pequeñas joyas literarias ambientadas en la pandemia escrito por mi escritor fetiche, Gonzalo Calcedo; y algunos hitos pendientes de la narrativa española del siglo XX como El fulgor y la sangre y Tiempo de silencio. Ah, joder, y las Ficciones de Borges, id todos ahora mismo a leer ese libro y después gozadlo buscando información sobre cada cuento. 

Las grandes decepciones en este campo han venido de la mano de tres mujeres, qué le vamos a hacer: Pájaros de América, de Loorie Moore, Al faro, de Virginia Wolf (nunca un libro tan breve se hizo tan interminable) y La habitación de Nona, de Cristina Fernández Cubas, del que dos relatos me parecieron magistrales obras maestras y, el resto, muy, muy, muy normalitos. 

Querría hacer una breve mención a La noche, de Andrés Bosch, para mí, sin duda, el descubrimiento del año, una maravillosa novela desconocida (a pesar de que ganó el premio Planeta) de un genial escritor español cruelmente olvidado, ninguneado e infravalorado por la crítica y el público, salvo por mí y por el gran Manuel García Viño, quien consideró a Andrés Bosch como uno de los mejores novelistas españoles del siglo XX. Os invito a leer el artículo homenaje que dediqué a la novela y a su autor.

Poco más puedo decir sobre mi balance lector de 2023. Probablemente en el año que entra siga una tendencia similar. Caerán fijo, al menos, un libro de Baroja y otro de Galdós, así como dos o tres grandes clásicos de las literaturas de otras lenguas, como Los miserables, Grandes esperanzas, Madame Bovary, Ana Karenina o Los hermanos Karamazov. Me gustaría mucho leer Historia de una escalera, respecto al teatro y una antología de San juan de la Cruz en lo referente a poesía. Y sé que continuaré dándole mucha caña al desarrollo personal y espiritual, con varias obras que tengo descargadas como Padre rico, padre pobre, 12 reglas para la vida o No puedes lastimarme. En cualquier caso, tampoco quiero planificar demasiado esta cuestión porque al final uno acaba abriendo las páginas del libro que más le hace remover los entresijos del alma. 

¡Feliz 2024!

8/12/23

Aprovecha el tiempo, pues los años vuelan y algún día morirás - Pólvora en salvas XXIII

Me encantan las locuciones latinas porque son breves, suenan bien y suelen encerrar grandes cantidades de sabiduría. Entre mis favoritas, hay tres que hacen referencia al transcurso del tiempo y que vienen a transmitir casi la misma idea. Son carpe diem, tempus fugit y memento mori. De hecho, sus significados pueden combinarse en una sola sentencia más extensa y poderosa y que he utilizado para titular este artículo: APROVECHA EL TIEMPO, PUES LOS AÑOS VUELAN Y ALGÚN DÍA MORIRÁS.

Aquellos que estamos interesados en el amplio mundo del desarrollo personal somos conscientes de lo importante que puede ser aprovechar nuestros días al máximo. Hay tantos libros que leer, tantas disciplinas que probar, tantas cosas que aprender, tantos sitios que visitar, tantas personas que conocer, tantos momentos que compartir… Sin embargo, ahí está nuestro tiempo, una cantidad que no solo no puede crecer, sino que se reduce día a día, minuto a minuto, y de la que ni siquiera podemos conocer su medida, pues la fecha de nuestro final constituye un enigma, por desgracia o por fortuna, irresoluble. 

Así pues, lo único que nos queda a este respecto es, por un lado, dejar de desperdiciar nuestro tiempo como si fuera algo infinito y, por otro, tratar de aprovecharlo para llevar a cabo durante su transcurso el mayor número posible de actividades que aporten valor a nuestras vidas. Un modo muy interesante de poner esto en práctica sería hacer varias cosas a la vez. No estoy hablando de la multitarea, que, al parecer, se ha demostrado que es imposible. Hablo de realizar al mismo tiempo una actividad que demande tu atención y otra que no lo haga, o, que al menos, no lo haga en gran medida. 

A lo largo de mis años transitando los caminos del desarrollo personal, he ido a dar con varias combinaciones de este tipo y hoy quiero compartir con vosotros las tres que considero más útiles e interesantes.

1) Lee mientras descansas en el gimnasio

Leer es uno de los mejores hábitos que podemos implementar en nuestra vida. Te entretiene, reduce el estrés y mejora tu vocabulario, tu ortografía, tus habilidades expresivas, tu imaginación y tu nivel cultural, por citar solo algunas ventajas. Los que somos auténticos yonquis de la lectura lamentamos no disponer de más tiempo para adentrarnos entre las páginas de la inmensa lista de libros que tenemos pendientes, pero lo cierto es que podríamos leer mucho más si aprovecháramos los ratos muertos que nos ofrece nuestra cotidianidad

En este sentido, constituye todo un clásico leer en el transporte público, pero yo quería ser un poco más original, por lo que mi propuesta consiste en aprovechar los descansos entre series en el gimnasio. Por lo general, estos parones se prolongan durante un minuto y medio, dos o incluso tres minutos en determinadas rutinas. La mayoría de la gente los gasta en revisar las redes sociales, charlar o dar vueltas mirando a las musarañas. Si tomamos la determinación de invertir ese tiempo en lectura, la cantidad de libros que leemos al año puede incrementarse significativamente. 

Veámoslo con el ejemplo de una persona que vaya al gimnasio tres veces a la semana y que realice en cada sesión siete ejercicios de cuatro series. Redondeando a la baja, esto daría unos 25 minutos de descanso por sesión, lo que serían 75 minutos a la semana, o unas 65 horas al año. ¿Cuántos libros se pueden leer en ese tiempo? Pues la nada desdeñable cantidad de 6 o 7 libros de 200 páginas (en realidad pueden ser unos cuantos más). 

Creo que la posibilidad de leer varios libros más al año casi sin esfuerzo y sin la sensación de tenerle que dedicar tiempo resulta más que tentadora. Mi recomendación es hacerlo utilizando un Kindle. Es verdad que podemos leer libros en papel, pero resulta mucho más incómodo, no solo por el hecho de que el libro electrónico es más manejable, sino porque te evita estar buscando por dónde te quedaste la última vez cuando empiezas un nuevo descanso. En el Kindle esto se soluciona poniendo la letra bastante grande, lo que facilita enormemente encontrar el punto donde pausaste la lectura. 

2) Aprende idiomas mientras te arreglas

Creo que resulta ocioso relatar las ventajas que tiene hoy en día el aprendizaje de una segunda o tercera lengua. Por otra parte, tampoco pretendo atribuirme la idea de escuchar algo mientras te duchas y te preparas para ir a clase o al trabajo. Mi propuesta se concretiza en aprovechar, mientras realizas esas tareas (que no requieren casi atención, al encontrarse altamente automatizadas), para mejorar tu listening. Es decir, en vez de ducharte, afeitarte, preparar el desayuno y todo lo demás al ritmo de Los 40 Classic, invierte ese tiempo en escuchar podcast en inglés (o en la lengua que estés aprendiendo). Si lo haces casi todos los días, podríamos estar hablando fácilmente de más de 150 horas al año dedicadas a aprender un idioma, lo cual puede marcar una gran diferencia en esta cuestión. 

Si controlas bastante, podrás encontrar una amplia oferta en Internet. Es recomendable que los programas que elijas traten sobre temas que te interesen, pues así tu cerebro se esforzará más en entender el mensaje y tenderás menos a desconectar. Sin embargo, si no tienes demasiado nivel, puede resultar difícil encontrar algo que merezca la pena, pues lo ideal con el listening es que lo que escuchas solo esté un poco por encima de tu nivel actual, de forma que puedas entender una gran parte del mensaje. Si no logras comprender más de la mitad de lo que se dice, en la práctica será como estar escuchando ruido blanco. 

Por todo ello, quiero recomendaros que os habituéis a un podcast que me acompaña desde hace muchos meses y que es una auténtica maravilla. Se llama Listening Time y en él su creador habla en cada capítulo sobre un tema, los cuales suelen ser casi siempre interesantes y de lo más variado (algunos ejemplos son: los sueños, el cine, la inteligencia artificial, el día de la madre, la comida basura, los deportes extremos, el patriotismo, la lectura, la antigua Grecia…), con la particularidad de que se expresa de un modo un poco más claro y un poco más lento de lo que lo haría en una conversación normal. Este tipo de input comprensible es el entrenamiento perfecto para empezar a entender otro tipo de materiales audiovisuales que, por ahora se encuentran, fuera de nuestro alcance, algo que puede cambiar poco a poco sin que te des cuenta. 

3) Transcribe tu diario mientras caminas 

Los paseos suponen otra gran oportunidad para aprovechar el tiempo, tanto si caminas ex profeso (otra maravillosa locución latina) como si lo haces porque no te queda otra. Son varias las actividades combinables con las caminatas (escuchar música, escuchar podcast, reflexionar, buscar ideas creativas, incluso leer), pero la que yo propongo es la elaboración de un diario utilizando una app de transcripción. 

Llevar mi diario se ha convertido para mí en una actividad absolutamente irrenunciable y, aunque hacerlo posee múltiples ventajas, considero que la principal es su utilidad como almacén de ideas y de recuerdos. Es una verdadera lástima la cantidad de experiencias y pensamientos que vamos olvidando día tras día y, al mismo tiempo, si no lo has experimentado, no te imaginas lo satisfactorio que resulta leer los detalles de lo que hiciste un día cualquiera de hace unos años o incluso unos meses. Además, he comprobado por mí mismo que solo conservamos una parte de algunos recuerdos, mientras que olvidamos otras. Por ejemplo, yo recordaba perfectamente que tuve un incidente con mi vecino hace justo un año, pero había olvidado por completo hasta que lo leí ayer, que aquella noche me la pasé soñando con lo que me había ocurrido y despertándome en medio de la oscuridad sin estar seguro de si el suceso había tenido lugar en la realidad o no. 

A pesar de todos estos pros, escribir nuestro diario puede llevarnos bastante tiempo, lo cual podría hacernos desistir. Gracias a la transcripción, podremos registrar las cosas que hacemos cada día, las ideas que tenemos o cómo nos sentimos sin ningún esfuerzo. Después podemos copiar el texto, pasarlo a la app de Word, ponerle la fecha como título y que quede almacenado en la nube, constituyendo una especie de disco duro externo maravilloso para nuestra memoria. 

Espero de corazón que estas tres propuestas os hayan resultado interesantes y que os apetezca implementarlas en vuestras vidas. Recordad que, incluso aunque no las sigáis siempre, aunque no leáis en todos los descansos ni hagáis listening en todas vuestras duchas ni transcribáis vuestras cavilaciones en todos vuestros paseos, aunque solo lo hagáis algunas veces, siempre valdrá la pena el esfuerzo, pues cada minuto que logremos rescatar de cualquier rato muerto supondrá, en cierto modo, aumentar nuestro tiempo de vida. 

30/7/23

Desesperación

—¡Soy un velocirráptor! ¿Por qué nadie me cree?— gritó en mitad de la noche ante el cadáver caliente que se disponía a devorar.


Esta historia forma parte de mi libro PULSACIONES, 99 MICRORRELATOS DE INFARTO. Puedes descargar una muestra gratuita pinchando en este enlace.

22/7/23

Tierra y paz

se despedaza la tierra y se destierra la paz que nunca llega y que sangra sangre sangrante y esputa su propio ser digestionado porque se despedaza la paz y la tierra llora muerte y la muerte empapa los ríos empedrados y las piedras caen por las largas laderas y las laceradas pieles anuncian el ocaso del tiempo del espacio de la luz y todo el espacio se llena de luz verdosa y todo lo vacía la pala del enterrador con paladas de sesos y de huesos y de cráneos y con paladas de paladares abocados a bocados de ternura sobre tiernas ternillas de terneras huérfanas nacidas sobre tierra terrosa como niños y niñas aterradas y como niñas y niños de mirada triste y piel de nieve y noche y como niños y niñas atados a una caja con sus pieles de llanto brillante brillando en brilloso líquido amniótico en la cárcel-orfanato mientras lloran atadas por el cuello a una pared como paredes que bloquean el paso de la paz y como la paz que no existe porque no puede nacer porque la muerte es la prima hermana de la paz y es lo más parecido a la paz que se permite por esta tierra, por esta tierra, por esta triste tierra…

7/6/23

En torno a Niebla, mi nuevo e-book

Durante los próximos meses voy a ir editando algunos de mis mejores trabajos académicos en formato e-book, ya que puede resultar mucho más cómodo de leer para algunas personas y, también, seamos sinceros, por si puedo sacar algunos dinerillos, que tampoco van a ser muchos, pues estos libritos electrónicos van a tener el mínimo precio posible, 89 céntimos, y, además, de vez en cuando se van a ofrecer de forma gratuita durante unos días. 

El primer volumen de la serie contiene una de las más exitosas entradas de mi blog, el extenso comentario de texto de la novela Niebla que realicé como trabajo final en la asignatura PROSA ESPAÑOLA DEL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX: PENSAMIENTO Y LITERATURA durante el máster y que cuenta ya casi con mil visitas, que tal vez no parezcan demasiadas, pero que sí lo son, teniendo en cuenta que hablamos de un comentario de texto de una novela alojado en un blog desconocido. 

Sinceramente, creo que es un trabajo que merece la pena leer si te interesa explorar con provecho la más maravillosa novela que nos dejó don Miguel de Unamuno. Tanto si amas la literatura como si tienes que trabajar sobre esta obra, En torno a Niebla puede convertirse en una herramienta extremadamente útil. 

COMPRAR EN TORNO A NIEBLA POR SOLO 0,89 EUROS


27/4/23

Buen viaje

Es un gato bueno, blanco y negro, flaco y larguirucho, con un ojo velado por una infección que sufrió de cachorro. 

Le gusta salir a la calle y yo lo saco con correa, como si fuera un perrillo, y observa fascinado a los pájaros del parque y se reboza por el suelo al calor del sol.

Le escribo estas palabras funerarias mientras todavía sigue vivo, reposando a mi lado, achacoso y consumido por la leucemia, confuso, cansado y con la mirada vidriosa y perdida.

Le escribo en su última noche, antes de su último amanecer y de su último paseo tambaleante por el parque, y de su último viaje al veterinario y de su última comida, de su última caricia y del último suspiro de sus pulmones.

Mañana se irá para siempre. 

Dejará este mundo y dejará mi casa, dejará vacío su lugar favorito, desde donde vigilaba las calles, dejará su parque y su correa, su comedero y sus juguetes, y dejará mi memoria colmada de recuerdos bellos y dolorosos, y dejará mi alma llorosa y mutilada, y dejará una nueva cicatriz en mi corazón hecho papilla.

Buen viaje, pequeño. 

Ojalá nos veamos al otro lado, algún día. 

Aunque sea dentro de muchísimo tiempo, yo no te habré olvidado. 

22/4/23

Lo peor (un poemario)

Las ignotas imprentas de Amazon acaban de regurgitar mi nuevo libro, Lo peor, un sombrío maremágnum de extravagancias poéticas que contiene textos escritos aproximadamente entre 2008 y 2021. Como explico en el prólogo, sus páginas reúnen lo mejor que mi torpe persona ha podido producir en forma de poema. Estoy muy satisfecho del resultado ya que, sin ser yo un profesional de la escritura, ni del diseño gráfico ni de la edición de vídeo, considero que he podido ofrecer un conjunto de creaciones literarias cuanto menos llamativo, envuelto en una portada resultona y promocionado por un vídeo bastante decente. Los potenciales lectores se encargarán de juzgar si lo que digo es cierto, siempre y cuando logre que todo esto alcance un mínimo de difusión, algo que para nada tengo claro que vaya a suceder. 

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Echa un vistazo a las primeras páginas aquí.


18/4/23

Diez sublimes fragmentos de la Ilíada

Lleva más de veintisiete siglos siendo leída y estudiada, copiada, recitada o impresa, y todavía sigue dando que hablar a los críticos y fascinando a los lectores a lo largo y ancho de este mundo. Es la Ilíada, un monumental poema épico, cima de la literatura universal, compuesto por Homero, autor también de la Odisea. La Ilíada trata sobre Aquiles y la Guerra de Troya, pero no es ni una biografía del mítico héroe ni una crónica del famoso enfrentamiento. A pesar de su título, que hace referencia al nombre de Troya en griego, Ilión, tan solo recoge los acontecimientos que habrían tenido lugar durante cincuenta y un días del último año de la guerra. Ni siquiera aparece en la obra el archiconocido caballo, el cual se menciona de pasada en la Odisea y, con mayor detalle, en la Eneida, de Virgilio. 

A pesar de dicha concentración temporal, la obra se encuentra repleta de acción y de belleza y constituye un verdadero monumento literario cuya lectura considero obligatoria para cualquier amante de las bellas letras que se precie, pues supone una experiencia enriquecedora a la par que impactante, por lo muy distinto que resulta el modo de narrar de las epopeyas del empleado en las novelas actuales, a pesar de que estas son hijas de aquellas. No obstante, nada de esto es óbice para que podamos deleitarnos con la sublime expresión homérica hoy en día, y en este artículo he querido traeros diez ejemplos que prueban mis palabras. 

Nota: los fragmentos han sido prosificados por comodidad y corresponden a la traducción de Emilio Crespo Güemes.

La muerte de Héctor y el triunfo de Aquiles, Antonio Calliano (1813).

AGAMENÓN MASACRANDO

A su vez, el poderoso Agamenón, matando sin descanso, avanzaba con los argivos dando órdenes. Como cuando el voraz fuego prende en un bosque rico en leña, los remolinos de viento lo esparcen por doquier, y los arbustos caen de raíz, devorados con prisa por el ímpetu del fuego, así caían bajo el Atrida Agamenón cabezas de troyanos fugitivos, y muchos caballos, de erguido cuello, castañeteaban los carros vacíos por los puentes de combate, añorantes de sus intachables aurigas, que yacían en tierra, mucho más queridos para los buitres que para sus esposas. 

AQUILES HABLA CON SU MADRE SOBRE LA GLORIA DEL COMBATE

«Mas dejemos en paz lo pasado por mucho que nos aflija y dobleguemos, como es fuerza hacer, el ánimo en el pecho. Ahora iré en busca del matador de esa querida cabeza para mí, en busca de Héctor. Mi parca yo la acogeré gustoso cuando Zeus quiera traérmela y también los demás dioses inmortales. Ni la pujanza de Hércules logró escapar de la parca, aunque fue el mortal más amado del soberano Zeus Cronión, sino que el destino lo doblegó y además la dura saña de Hera. Así también yo, si el destino dispuesto para mí es el mismo, quedaré tendido cuando muera. Mas ahora aspiro a ganar noble gloria y a que más de una troyana o dardánida, de profundo talle, con ambas manos de las suaves mejillas se enjugue las lágrimas y emita entrecortados sollozos, y a que se enteren de que he estado largo tiempo sin combatir. Que tu amor no intente alejarme de la lucha: no me convencerás».

ARENGA DE HÉCTOR

«¡Troyanos, licios y dárdanos, que lucháis cuerpo a cuerpo! ¡Sed hombres, amigos, y recordad vuestro impetuoso coraje! Se ha ido el hombre más bravo, y a mí me ha dado inmenso honor Zeus Crónica. Guiad rectos los solípedos caballos contra los valientes dánaos y ganaréis un honor aún superior».

Con estas palabras excitó la furia y el ánimo de cada uno. Como cuando un cazador a los perros, de albos colmillos, azuza en un sitio contra un jabalí bravío o contra un león, así azuzaba contra los saqueos a los magnánimos troyanos Héctor Priámida, émulo de Ares, estrago de mortales. 

LOS DIOSES-RÍO ESCAMANDRO Y SIMOIS CONTRA AQUILES

«¡Querido hermano! Contengamos entre los dos el brío de ese hombre; si no, pronto la gran ciudad del soberano Príamo arrasará, y los troyanos no podrán oponer resistencia en la lid. ¡Ven cuanto antes en mi auxilio! ¡Llena tus cauces del agua de los manantiales! ¡Concita todas tus torrenteras! ¡Levanta tu elevado oleaje! ¡Suscita un enorme tumulto de truenos y de piedras, para poner coto a ese hombre salvaje que ahora triunfa y da muestras de una furia igual a los dioses! Seguro que no le valdrán de nada ni la fuerza ni la galanura ni esas bellas armas, que pronto en lo más hondo de la marisma ya serán enterradas bajo el limo. Y a él mismo lo revolcaré y lo cubriré con las arenas, le echaré encima escombros a millares, y los aqueos no serán capaces ni de recoger sus huesos: tanto será el fango con el que lo cubriré. Ahí mismo tendrá fabricado su túmulo, y ninguna falta le hará un montón de tierra cuando los aqueos le hagan el funeral». Dijo, y atacó a Aquiles, alzándose impetuoso y turbulento, al tiempo que borbotaba espuma sangre y cadáveres.

HERA SE PREPARA PARA SEDUCIR A ZEUS

Primero, con ambrosía la seductora piel lavó de toda inmundicia y se ungió con graso aceite divino y delicado, que estaba ya perfumado para su uso. Solo con agitarlo en la morada, de broncíneo piso, de Zeus, exhaló una fragancia que llegó igual a la tierra y al cielo. Con él se ungió la bella piel, y luego se peinó la melena y la trenzó con sus propias manos en relucientes bucles que pendían, bellos y divinos, de su inmortal cabeza. Se vistió con el delicado vestido que Atenea con maña le había alisado y en el que había bordado muchos primores. Se lo abrochó con áureos imperdibles a los hombros. Se ciñó el cinturón, ajustado con cien flecos, y se puso en los bien perforados lóbulos los pendientes de tres colgantes como moras, que irradiaban brillo encantador. La divina entre las diosas se tocó por encima con un velo bello, recién hecho, de un blanco brillante como el sol. En los lustrosos pies se calzó unas hermosas sandalias.

LAS NEREIDAS Y EL LAMENTO DE TETIS

Aquiles dio un pavoroso gemido, que su augusta madre escuchó sentada en los abismos del mar al lado de su anciano padre y la hizo exhalar un suspiro. Y las diosas se congregaron, todas las nereidas que estaban en el abismo del mar.

Allí estaban Glauca, Talía y Cimódoce, Nesea, Espío, Toa y Halía, de inmensos ojos, Cimótoe, Actea y Limnoría, Mélita, Iera, Anfítoa y Ágava, Doto, Proto, Ferusa y Dinámena, Dexámena, Anfínoma y Calianira, Dóride, Pánopa y la muy ilustre Galatea, Nemertes, Apseudes y Calianasa; allí estaba Clímena, Yanira y Yanasa, Mera, Oritía y Amatea, de hermosos bucles, y las demás nereidas que había en el abismo del mar.

Todas llenaron la clara gruta y, mientras ellas se golpeaban el pecho, Tetis entonó el llanto: «¡Escuchadme, hermanas nereidas, y así todas conocerás bien, si me escucháis, todas las cuitas que hay en mi ánimo! ¡Ay de mí, desdichada! ¡Ay de mí, infeliz madre del mejor! Que después de dar a luz a un hijo intachable y esforzado, el más notable de los héroes, que pronto creció cual retoño —y yo lo crié como a la planta sobre la colina del viñedo y lo envié con las corvas naves hacia Ilión a luchar contra los troyanos, ya no volveré a darle la bienvenida de regreso en casa, dentro de la morada de Peleo. Y mientras dura su vida y contempla la luz del sol, está afligido y ni siquiera puedo ir y socorrerlo. Mas iré, no obstante, a ver a mi hijo y a escuchar de él qué dolor le ha invadido, aun estando apartado del combate».

AQUILES RESPONDE A ULISES

«Pero te voy a decir lo que a mí me parece que es lo mejor: a mí creo que ni me logrará persuadir el Atrida Agamenón ni los demás aqueos, porque bien se ve que nada se agradece el batirse contra los enemigos constantemente y sin desmayo. Igual lote consiguen el inactivo y el que pelea con denuedo. La misma honra obtienen tanto el cobarde como el valeroso. Igual muere el holgazán que el autor de numerosas hazañas. Ninguna ventaja me reporta haber padecido dolores en el ánimo exponiendo día a día la vida en el combate. Como el pájaro lleva a sus crías todavía sin alas la comida, cuando la coge, tarea que es bien penosa para él, así yo también he pasado en vigilia muchas noches insomnes, y ensangrentados días de combate han transcurrido batiéndome con guerreros por las esposas de ellos. Doce ciudades de gentes he arrasado con las naves, y once a pie, lo aseguro, en la Tróade, de buenas glebas. De todas ellas muchos valiosos tesoros he saqueado, y todos los he traído y he ido dando a Agamenón Atrida. Y él, quedándose atrás junto a las veloces naves, los recibía, y repartía unos pocos y se guardaba muchos. Fue dando el botín que correspondía a los paladines y reyes, y lo conservan intacto; de los aqueos sólo a mí me ha robado. Ya tiene una placentera esposa; que pase con ella las noches y disfrute. ¿Por qué hemos de luchar con los troyanos los argivos? ¿Para qué ha reunido una hueste y la ha traído aquí el Atrida? ¿Acaso no ha sido por Helena, la de hermosos cabellos? ¿Es que los únicos de los míseros humanos que aman a sus esposas son los Atridas? Porque todo hombre que es prudente y juicioso ama y cuida a la suya, como también yo amaba a ésta de corazón, aunque fuera prenda adquirida con la lanza».

GUERREROS COMO LOBOS

Aquiles fue recorriendo todas las tiendas, para poner a los mirmidones en alerta con las armas. Éstos cuales lobos carnívoros con las mientes impregnadas de indecible coraje, que tras aniquilar en los montes a un cornudo ciervo enorme lo devoran; a todos se les enrojecen de sangre las mejillas y en manada van a una fuente de negro caudal, para lamer con sus tenues lenguas las negras aguas de la superficie, al tiempo que escupen la sangre de la matanza; en el fondo de su pecho el ánimo es intrépido y su vientre está ahíto.

EL RUGIDO DE LOS GUERREROS 

Entonces fue cuando desplegaron la más atroz porfía del combate Poseidón, de azulada melena, y el esclarecido Héctor, protegiendo éste a los troyanos y aquél a los argivos. El mar se desbordó hacia las tiendas y hacia las naves de los argivos, mientras chocaban con grandes alaridos. Ni el oleaje del mar grita tanto al batir la tierra firme, cuando surge del ponto gracias al siniestro soplo del Bóreas; ni tan grande es el crepitar del ardiente fuego en las cárcavas del monte cuando estalla el incendio del bosque; ni con tanta fuerza ulula por las encinas, de altas copas, el viento, que es lo que brama con más ruido cuando se enfurece, cuanto el vocerío de los troyanos y de los aqueos que se levantó cuando con un espantoso grito se lanzaron unos contra otros.

PEDRADAS COMO TORMENTAS DE NIEVE

De ellos, como los copos de nieve caen espesos un día invernal en el que el providente Zeus se levanta dispuesto a nevar para exhibir ante los hombres sus venablos; adormece los vientos y vierte la nieve sin parar hasta cubrir las cimas de las altas montañas, las cúspides de los oteros, los prados ricos de forraje y las fértiles labores de las gentes, además se vierte sobre la canosa costa y en puertos y ensenadas, y sólo el oleaje lo retiene con sus batidas; y todo lo demás queda tapado con una capa cuando el temporal de Zeus arrecia; así de espesas volaban las piedras que hacia ambos lados, unas hacia los troyanos, otras desde los troyanos a los aqueos, se tiraban, y el estrépito subía en toda la extensión del muro.

10/4/23

Escenas de la vida del hombre literal

—Nena, estás engordando.
—Dime algo que no sepa.
—La proliferación anormal y descontrolada de células se denominó cáncer porque los griegos apreciaron similitudes entre las patas del cangrejo y las venas que rodean a los tumores.

Esta historia forma parte de mi libro PULSACIONES, 99 MICRORRELATOS DE INFARTO. Puedes descargar una muestra gratuita pinchando en este enlace.

14/3/23

La noche en que conocí a Andrés Bosch - Pólvora en salvas XXII

Practicar boxeo ha traído grandes mejoras a mi vida: confianza, resistencia, pérdida de grasa, salud cardiovascular, aumentos de testosterona... Lo que nunca habría imaginado es que, gracias al deporte de los puños, iba a descubrir a mi nuevo escritor fetiche: don Andrés Bosch Vilalta

Todo ocurrió hace un par de semanas. Yo estaba informándome en la Wikipedia sobre el pugilismo patrio cuando vi un subapartado sobre el boxeo en la cultura popular en el que mencionaban la novela La noche. Casualmente yo tenía un ejemplar guardado en el cajón de los libros que vendo por Wallapop, por lo que pensé que podría rescatarla y echarle un ojo. El hecho de que hubiese resultado ganadora del Premio Planeta de 1959 me tiraba un poco para atrás, pero afortunadamente logré sacudirme el polvo de mis prejuicios. Desde entonces vivo obsesionado con Andrés Bosch, hasta el punto de haberme planteado en sueños la posibilidad de hacer un doctorado sobre su obra.

En fin, comencé a leer La noche y a las pocas páginas ya me sentía completamente atrapado por su poderosa fuerza narrativa. En paralelo a la lectura, empecé a buscar información sobre el autor y sus libros, pero curiosamente no encontraba casi nada: una escueta página en Wikipedia donde informan de los datos biográficos esenciales (fecha y lugar de nacimiento y muerte, obras publicadas, premios, poco más); un obituario firmado por Manuel Vázquez Montalbán, donde lo define como un buen escritor que casi nunca estuvo de moda, pidiendo que los críticos digan algo de él; una reseña en una web de boxeo inactiva desde 2013; y, por último, un artículo homenaje en un blog, entre cuyos comentarios figura uno del polémico crítico Manuel García-Viñó, fundador de La fiera literaria, donde califica a Andrés Bosch como el mejor novelista español del siglo XX.

Sinceramente, yo no creo que Andrés Bosch sea nuestro mejor novelista de la pasada centuria pero lo que sí puedo decir es que en mi vida he leído unas cuantas novelas, doscientas noventa y ocho, para ser exactos, y La noche es, sin ningún género de dudas, una de las mejores. Me fascinó su belleza sobria y sombría, su estilo crudo y eficaz, la personalidad y el conflicto del protagonista, la pléyade de personajes secundarios y extras que lo acompañan, caracterizados magistralmente por el autor con un par de pinceladas, como el olor, el tipo de sonrisa o, muy en la línea galdosiana, el uso frecuente de alguna expresión y, por mencionar una virtud más, las descripciones de los ambientes urbanos y naturales, que recuerdan al Baroja de La lucha por la vida, y que pueblan toda la obra llevando al lector a experimentar un orgasmo estético tras otro. 

Lógicamente, cuanto más leía, más me extrañaba el silencio de la crítica. En mi ansiosa búsqueda de información, exploré los fondos de la biblioteca de la UNED y los contenidos de Dialnet y de Google Books, pero lo hice en vano. Nadie había publicado ni un miserable artículo sobre Bosch en ninguna revista especializada, ni mucho menos había defendido alguna tesis doctoral. Esto no sería un problema si la causa radicase en el elevadísimo nivel exigido por los críticos y teóricos de la literatura, pero no es así, pues excrementos narrativos como Las edades de Lulú o panfletos ideológicos como Soldados de Salamina han obtenido atención en decenas de publicaciones. Nadie dijo que la vida fuese justa, aunque tampoco dijeron que sería tan cabrona.

Pero dejemos que sean otros los que evidencien los méritos de La noche y de Andrés Bosch pues, finalmente, de tanto buscar, sí que logré encontrar algunos pronunciamientos de la crítica, honrosas excepciones en esta infamia artística que supone haber privado a nuestro narrador del reconocimiento que merece. Lo primero que cabría decir es que La noche ganó el Planeta con el voto unánime del jurado, un jurado entre cuyos miembros se encontraba nada menos que doña Carmen Laforet. Por otra parte, el mencionado García-Viñó le dedica a Andrés Bosch un capítulo de su ensayo Novela española actual, titulado «Andrés Bosch y las posibilidades de una nueva novela española». Allí lo define como el novelista español más importante surgido tras la guerra civil, junto a Carlos Rojas, declarando que «de todo lo que digo en este libro, esto es lo único que sé con plena seguridad». No he leído todo el artículo, pues no quiero destriparme otras novelas de Bosch, pero sobre La noche, García-Viñó destaca el alcance universal del protagonista (el inolvidable Luis Canales), restando importancia a la ambientación en torno al boxeo, asegurando que la esencia de la novela habría quedado inalterada si se hubiese utilizado el fútbol o el toreo como telón de fondo. Otro crítico muy respetable que dedicó palabras elogiosas hacia nuestro novelista, si bien no tan entusiastas, fue Gonzalo Sobejano, quien dijo de él que poseía un estilo depurado y que ofrecía unas narraciones cuidadosamente construidas basadas antes en la sobriedad que en el lucimiento. Por último, los profesores Pedraza y Rodríguez dedican a nuestro narrador algunas páginas del tomo XIII de su maravilloso Manual de literatura española. Allí ofrecen un comentario más que nada descriptivo, neutral. Dicen de Bosch que es un novelista que prioriza la psicología de los personajes por encima del argumento, que rechaza el realismo social aunque utiliza una estética realista o que gusta de alternar el enfoque objetivo con el subjetivo.  

El presente homenaje va llegando a su fin, pero puedo asegurar que esta no va a ser la última vez que Andrés Bosch aparezca por aquí, ya que desde mis humildes medios voy a tratar de hacer lo posible por honrar su memoria y otorgarle, al menos, una pequeña parte del reconocimiento que merece. 

Andrés Bosch junto a Manuel García-Viñó y Carlos Rojas

30/1/23

Arte y ciencia de la novela en Miguel Delibes, mi nuevo libro

Miguel Delibes se hizo un hueco en la historia de nuestras bellas letras principalmente gracias a sus maravillosas novelas, aunque también nos dejó una gran cantidad de textos no ficcionales. Entre ellos, podemos encontrar artículos, ensayos, discursos o conferencias en los que el vallisoletano reflexionó sobre diversos aspectos relacionados con la literatura. La idea central de este libro es que el estudio de dichos textos puede constituir una poderosa herramienta para explorar en profundidad inolvidables obras maestras como El camino, Cinco horas con Mario o Los santos inocentes.

Arte y ciencia de la novela en Miguel Delibes resultará de interés para los amantes de la obra del novelista vallisoletano así como para aquellas personas que se dedican por afición o profesión a la teoría, la crítica o la historia de la literatura. Por otra parte, podrá ser de mucha ayuda para estudiantes universitarios de humanidades que tengan que afrontar la realización de un trabajo de fin de grado o máster.

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25/1/23

Verba Latentia podcast

Tras cuatro años de letargo, retomamos la actividad en el canal de YouTube, y lo hacemos con una nueva aventura, el podcast Verba Latentia, un espacio donde se hablará de teoría y crítica literarias tratando de evitar en la medida de lo posible caer en el sopor. 

Para este primer episodio hemos decidido tratar la cuestión de la oscuridad poética, y lo hemos hecho siguiendo un ensayo del profesor José Domínguez Caparros. Por ahora resulta muy complicado comprometerme con ningún tipo de periodicidad pero trataré de publicar nuevos episodios lo antes posible. De hecho, ya tengo pensado el tema de la próxima entrega: las ideas de Miguel Delibes en torno a la inspiración del escritor, una cuestión que trato con cierta profundidad en mi nuevo libro, del que también hablaré dentro de poco.