Un techo gris que palpita
cargado de estratos tristes
rebosantes;
observa cómo se agita
la ciudad entre despistes
elegantes.
Un árbol que clama al cielo,
desplegado su ramaje
como llamas;
entrañado en el subsuelo,
de cortezas luce un traje
como escamas.
Un lobo va con correa
abriendo camino al frente
de sus dueños;
las aceras olisquea,
sigue el rastro persistente
de sus sueños.
Un simio camina erguido
aunque le pesa en los hombros
la pereza;
se siente un ser perseguido,
acecha entre los escombros
la tristeza.
NOTA: Este texto pertenece a mi poemario Lo peor. Puedes comprarlo aquí en e-book y aquí en papel para apoyar mi trabajo.
Muy intenso y muy visual, me gusta mucho ;)
ResponderEliminarY yo me alegro mucho ^_^
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