10/9/21

La calle 23

Nota 1: este microrrelato no es actual, lo publiqué en el blog hace casi diez años, como puede verse en los comentarios, que datan de 2012, pero lo tenía oculto y, al ponerlo visible, Blogger le ha actualizado la fecha. Espero que pueda servir para apreciar mis mejoras en el arte literario. 

Nota 2: los comentarios son buenísimos. ¿Por qué ya nadie comenta en los pobres blogs?


La calle 23, un largo brazo asfaltado, oscuro, silencioso y frío, dormita como cada noche. En el descampado cantan algunos grillos, como para recordarnos que en este planeta no todo es hormigón y que no todos descansan con la llegada de las estrellas. Como los grillos, la Sombra se mantiene despierta en la quietud de la noche. Se desliza entre los arbolillos de las aceras, generando solo un leve rumor de pisadas del que nadie se percata. Su arma brilla bajo la moribunda luz de las farolas. Es lo único en su figura que no destila oscuridad. La Sombra se detiene en un portal. Piensa que es una buena elección, tan buena como cualquier otra. Detrás de la puerta encontrará sin duda lo que necesita para satisfacer sus instintos homicidas. ¿Qué por qué lo hace? Ni si quiera ella lo sabe. Dentro de unas horas saldrá el Sol. La sombra no estará allí, los grillos dejarán de cantar y un nuevo crimen habrá acontecido en la ciudad. En esta ocasión, en la Calle 23.

3 comentarios:

  1. A vale si lo pone en el margen

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  2. No voy a criticar porque escribo como el culo, hago faltas a patadas y siempre me a faltado tiempo en los examenes para acavar las redacciones que me pedian.

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