9/9/25

Entre el rugido y el silencio: crónica mínima del Barrio del Aeropuerto - Pólvora en salvas XVIII

El Barrio del Aeropuerto es ese recodo pequeño y obstinado de Barajas que vive a la sombra literal y sonora del Adolfo Suárez, pegado a la Alameda de Osuna por un lado y a Rejas por el otro. Creció de forma apresurada en los años cincuenta y sesenta sobre suelos no preparados, con obras de urgencia y defectos que dejaron huella en fachadas, tuberías y calles. 

Aquí los vecinos aprenden pronto a hablar de riadas como quien habla del tiempo: cada verano trae la memoria de garajes anegados, comercios heridos y charcos de agua turbia que tardan en irse. Los descampados plagados de coches y los bloques de viviendas tienen el aire de quien ha sobrevivido a muchas promesas administrativas; aun así, en cada portal, los vecinos se saludan con familiaridad y rebuscan soluciones comunitarias. 

Hace pocos años empezaron obras de rehabilitación en fachadas y ascensores, detalles pequeños que cambian días y rutinas. Proyectos recientes miran al barrio como laboratorio de regeneración urbana sostenible, intentando que el ruido del aeropuerto no sea el único latido que marque la vida de este lugar. Aquí, entre contenedores, parques mal medidos y voces de cafetería, se teje un melancólico costumbrismo que nunca olvida de dónde viene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario