29/9/19

Los mejores libros de la narrativa hispánica según la legendaria y novedosa 100cia de la Listología

Después de decenas de minutos de arduo trabajo, me complace anunciar al mundo que he descubierto un nuevo método completamente 100tífico para clasificar obras literarias en función de su calidad. En pos de la exactitud he de decir que no nos hallamos ante un procedimiento completamente nuevo, pues ya lo utilicé en el pasado con el objetivo de elaborar una lista conocida como Los libros más recurrentes en las mejores listas de libros. Sin embargo, es hoy cuando esta legendaria y novedosa 100cia ve la luz dotada de un nombre, una etiqueta tan bella y suntuosa como Listología (el término tampoco es totalmente original, lo sé, Google arroja 233 resultados, pero nadie lo utiliza en el mismo sentido que yo, imagino). 

El nuevo logro de esta arcaica y naciente disciplina ha sido el de engendrar una lista con las mejores obras de la literatura hispánica. Como es lógico, esta lista adolece de graves fallos [1] pues el primer postulado de la Listología establece que “Toda lista adolece de graves fallos”. Que nadie se me eche las manos a la cabeza. Por supuesto que no estamos asegurando que El invierno en Lisboa sea mejor novela que Don Quijote de la Mancha, esto no es un artículo científico sino 100tífico, no nos volvamos locos.  

Luis Landero, claro vencedor con su obra "Juegos
de la edad tardía", ganadora del Premio de la Crítica,
del Nacional de Narrativa, y que aparece en
"Los 153" y en "Las 100" de El Mundo.
La metodología seguida ha consistido en analizar las listas de los ganadores del Premio de la Crítica de narrativa castellana, del Premio Nacional de Narrativa, del Premio Cervantes, la lista de Las 100 mejores novelas en español del siglo XX según El Mundo, la de los 153 libros escritos en español que hay que leer antes de morir y la de los 111 títulos de la Biblioteca Clásica de la RAE. Los libros obtenían un punto por aparecer en cada lista (en el caso del Cervantes, que premia trayectorias y no obras concretas, todos los galardonados obtenían un punto en aquellos libros que apareciesen en otras listas o premios). Y de aquí se deriva uno de los graves problemas de este proyecto: las diferencias cronológicas entre listas. Algunas obras de escritores tan importantes como Galdós o Clarín, solo obtuvieron dos puntos, pues los premios tenidos en cuenta no se concedían en vida de estos autores, que, seguro los habrían ganado. Del mismo modo, la Biblioteca clásica de la RAE solo llega hasta el siglo XIX, con lo que permite compensar un poco la desventaja de los clásicos frente a los contemporáneos, aunque no lo suficiente. Eso son solo dos ejemplos. He de decir también que en esta lista prima un poco la actualidad y, en caso de empate, se tiene en cuenta el criterio cronológico inverso, aunque no siempre prevalece [2]. 

En cualquier caso, guste mucho o guste poco, aquí va esta nueva lista de la que, por lo menos, nadie podrá decir que carece de originalidad (o que adolece de FALTA de originalidad). ¡A leer y a disfrutar del tiempo que nos queda!


OBRAS CON CUATRO PUNTOS 
  • Juegos de la edad tardía. Luis Landero.
  • La ciudad y los perros. Mario Vargas Llosa.
  • El Jarama. Rafael Sánchez Ferlosio. 
  • Ágata ojo de gato. José Manuel Caballero Bonald.

OBRAS CON TRES PUNTOS
  • Los hijos muertos. Ana María Matute.
  • Rabos de lagartija. Juan Marsé.
  • Las ratas. Miguel Delibes.
  • La verdad sobre el caso Savolta. Eduardo Mendoza.
  • La saga/fuga de JB. Gonzalo Torrente Ballester.
  • Leyenda del César visionario. Francisco Umbral. 
  • El hereje. Miguel Delibes.
  • Corazón tan blanco. Javier Marías.
  • Nada. Carmen Laforet.
  • El astillero. Juan Carlos Onetti. 
  • Mortal y rosa. Francisco Umbral. 
  • Ficciones. Jorge Luis Borges. 
  • Los gozos y las sombras. Gonzalo Torrente Ballester. 
  • La colmena. Camilo José Cela.
  • Cinco horas con Mario. Miguel Delibes.
  • La cabeza del cordero. Francisco Ayala.
  • Sobre héroes y tumbas. Ernesto Sabato. 
  • El siglo de las luces. Alejo Carpentier.
  • Señas de identidad. Juan Goytisolo. 
  • Tres tristes tigres. Guillermo Cabrera Infante.

OBRAS CON DOS PUNTOS
  • La fuente de la edad. Luis Mateo Díez.
  • En la orilla. Rafael Chirbes.
  • La habitación de Nona. Cristina Fernández Cubas.
  • Verdes valles, colinas rojas 3. Ramiro Pinilla.
  • Patria. Fernando Aramburu.
  • Los girasoles ciegos. Alberto Méndez.
  • La ruina del cielo. Luis Mateo Díez.
  • El invierno en Lisboa. Antonio Muñoz Molina.
  • Diecinueve de julio. Ignacio Agustí.
  • Dejemos hablar al viento. Juan Carlos Onetti.
  • El jardín de las delicias. Francisco Ayala.
  • La casa verde. Mario Vargas Llosa.
  • El embrujo de Shanghái. Juan Marsé.
  • La catira. Camilo José Cela. 
  • Gran sol. Ignacio Aldecoa.
  • La isla de los jacintos cortados. Gonzalo Torrente Ballester. 
  • Mazurca para dos muertos. Camilo José Cela.
  • Recuerdos y olvidos 2. Francisco Ayala.
  • Diario de un cazador. Miguel Delibes.
  • Los cipreses creen en Dios. José María Gironella.
  • Extramuros. Jesús Fenández Santos.
  • Primera memoria. Ana María Matute.
  • Una comedia ligera. Eduardo Mendoza.
  • La fiesta del chivo. Mario Vargas Llosa.
  • Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero. Álvaro Mutis.
  • Noticias del imperio. Fernando del Paso.
  • La guerra del fin del mundo. Mario Vargas Llosa.
  • Si te dicen que caí. Juan Marsé.
  • El informe de Brodie. Jorge Luis Borges.
  • Últimas tardes con Teresa. Juan Marsé.
  • La muerte de Artemio Cruz. Carlos Fuentes.
  • El sueño de los héroes. Adolfo Bioy Casares.
  • Los pasos perdidos. Alejo Carpentier.
  • El laberinto de la soledad. Octavio Paz.
  • El túnel. Ernesto Sabato.
  • La invención de Morel. Adolfo Bioy Casares.
  • El Aleph. Jorge Luis Borges.
  • Tiempo nublado. Octavio Paz.
  • La ciudad de los prodigios. Eduardo Mendoza.
  • Las ninfas. Francisco Umbral.
  • Yo, el Supremo. Augusto Roa Bastos
  • La oscura historia de la prima Montse. Juan Marsé
  • La Habana para un infante difunto. Guillermo Cabrera Infante.
  • José Trigo. Fernando del Paso
  • Lituma en los Andes. Mario Vargas Llosa.
  • Conversación en La Catedral. Mario Vargas Llosa.
  • Pequeño teatro. Ana María Matute
  • Alfanhuí. Rafael Sánchez Ferlosio. 
  • Los santos inocentes. Miguel Delibes
  • Hombres de maíz. Miguel Ángel Asturias
  • San Camilo 1936. Camilo José Cela.
  • La sombra del ciprés es alargada. Miguel Delibes
  • Como agua para chocolate. Laura Esquivel.
  • La casa de los espíritus. Isabel Allende.
  • Cien años de soledad. Gabriel García Márquez.
  • Octubre, octubre. José Luis Sampedro. 
  • Los mares del sur. Manuel Vázquez Montalbán. 
  • Volverás a Región. Juan Benet. 
  • Rayuela. Julio Cortázar. 
  • Bomarzo. Manuel Mujica Lainez. 
  • Tiempo de silencio. Luis Martín Santos. 
  • Pedro Páramo. Juan Rulfo.
  • Réquiem por un campesino español. Ramón J. Sender.
  • El señor presidente. Miguel Ángel Asturias. 
  • El obispo leproso. Gabriel Miró.
  • Niebla. Miguel de Unamuno. 
  • Sonatas. Ramón María del Valle-Inclán.
  • Cañas y barro. Vicente Blasco Ibáñez.
  • Cuentos. Leopondo Alas "Clarín".
  • Fortunata y Jacinta. Benito Pérez Galdós.
  • Los pazos de Ulloa. Emilia Pardo Bazán.
  • La regenta. Leopondo Alas "Clarín".
  • Trafalgar. Benito Pérez Galdós.
  • Leyendas. Gustavo Adolfo Bécquer.
  • Facundo o civilización y barbarie. Domingo F. Sarmiento. 
  • El criticón. Baltasar Gracián.
  • La Dorotea. Lope de Vega.
  • Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. B. D. del Castillo.
  • La vida del Buscón. Francisco de Quevedo. 
  • Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Miguel de Cervantes.
  • Novelas ejemplares. Miguel de Cervantes. 
  • Don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes.
  • Guzmán de Alfarache. Mateo Alemán. 
  • Amadís de Gaula. Garci Rodríguez de Montalvo. 
  • Libro de la vida. Teresa de Jesús. 
  • La vida de Lazarillo de Tormes. Anónimo. 
  • La Celestina. Fernando de Rojas.
  • El conde Lucanor. Don Juan Manuel. 
  • Libro de buen amor. Juan Ruiz. 
  • Cantar de Mio Cid. Anónimo. 

NOTAS

[1] Por favor, utilicemos bien el verbo adolecer; no significa carecer, sino 'tener algún defecto'.
[2] El criterio básico ha sido el número de puntos logrados; en caso de empate, se tenía en cuenta, primero, el número de premios; después, se priorizaban los premios en este orden: de la Crítica, Nacional de Narrativa, Cervantes; por último, en ocasiones primaba el criterio cronológico inverso y en otras el gusto personal o las ganas de terminar. Ya hemos dicho que esto es pura 100cia

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