Hace poco terminé de leer Homo Plus, novela
con la que Frederick Pohl ganó el premio Nébula en 1976. La historia es
divertida y original y tiene un final impactante e inesperado por partida
doble. Sus personajes son reales, muy humanos y sus diálogos totalmente
verosímiles. Es una obra absolutamente recomendable.
Roger Torraway es un afamado astronauta que
vive una existencia perfecta junto a su mujer hasta que se ve obligado a
convertirse en el eje central del Proyecto Homo Plus, cuyo objetivo es salvar a
la humanidad por medio de la colonización de Marte. Así pues el protagonista es
convertido en una especie de grotesco superhéroe, en parte humano en parte
máquina, que viajará al planeta rojo para establecer una colonia que asegure la
supervivencia del ser humano.
Frederick Pohl es uno de los
mejores escritores de ciencia ficción de todos los tiempos y lo ha demostrado
con obras como Pórtico, Mercaderes del Espacio o ésta de la que estoy
escribiendo la primera reseña de mi vida. Sus obras siempre están cargadas de
humor, de ironía y de crítica social y política y todo ello con una
considerable corrección científica, o al menos lo bastante buena como para
parecer creíble.
Como pequeña pega, por poner alguna a esta
obra genial, resulta gracioso ver situaciones ambientadas en el futuro en las
que no se consigue localizar a un personaje desaparecido ya que no existen los teléfonos
móviles, pero la ciencia es tan avanzada como para convertir a una persona en un ser que
se desenvuelve ágilmente sobre la superficie de Marte sin ayuda de traje espacial. Pero claro, es muy fácil
criticar estos detalles con la perspectiva que ofrecen 37 años de avance
tecnológico.
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