contra ti mismo,
contra el paso de los minutos
y la mala suerte.
Pelea contra todo aquello
que te hace parecer débil.
Pelea, déjate la piel y el alma.
Sigue lanzando puñetazos al aire
aunque sientas que
en cualquier momento
se te vayan a caer los brazos.
Pelea, muchacho,
tienes que seguir haciéndolo,
aunque nadie
pueda explicarte el motivo.
Pelea, joder, pelea.
Esto es la puta vida y, sí,
se parece mucho
a un campo de batalla.
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